Jesús Toledo y Julián Ajenjo son primos hermanos. “Más hermanos que primos”, como ellos suelen decir.

No sólo les unen vínculos familiares, sino su pasión por el vino.

La Toledo & Ajenjo es una joven bodega que está dando mucho que hablar con sus creaciones y honestos métodos de elaboración. Van creciendo poco a poco, sin prisas, centrados en el trabajo bien hecho. Ése del que uno siempre puede sentirse orgulloso. Poseen viñedos propios, todos de cepas viejas y algunos de ellos centenarios, y de variedades muy singulares, casi todas, propias de la zona y procedentes de pequeñas parcelas. Elaboran de forma monovarietal: cencibel, brujidera, airén, tinta de velasco, syrah, garnacha tintorera y pámpana blanca (probablemente, los únicos en España que la vivifican).

Apuestan por su terruño, “para defender el trabajo de sus antepasados, a los que tanto trabajo les costó llevas esto adelante.”

Presentaron 550 botellas de #garagewine, su “ópera prima” en primavera de 2016: un vino 100% uva cencibel (o tempranillo), procedente de una única parcela, con doble selección de racimos, primero en la parcela y después en el la bodega. Se agotó pocos días después de su presentación a los medios.

En 2017 repitieron el éxito, con su monovarietal de brujidera (mejor varietal de añada 2.016, según la prestigiosa revista Restauradores) y su cencibel en barrica (94,5 puntos según la revista Restauradores).

¡Hasta el mismo José Peñín reconoció la buena impresión que le habían causado, y lo publicó en redes sociales! 

Y desde entonces, no han parado de crecer, centrados en la calidad, los cultivos ecológicos de estricto secano y la elaboración artesanal. Manteniendo siempre un altísimo nivel y muy comentados por grandes sumilleres.

Si quieres probarlos, no te lo pienses mucho porque son ediciones muy limitadas que siempre agotan en pocas semanas.